¿Cansada de pasar horas frente al espejo tratando de tener unas cejas decentes para luego percatarte de que se te corre el maquillaje? ¿Harta de tener cejas asimétricas, despobladas, pobres? ¿Odias esa cicatriz que te deja un hueco en la ceja? Deja de sufrir que para ello existen el microblading y el micro-sombreado. Ambos procedimientos te permitirán tener las cejas que siempre soñaste y en forma semi-permanente.
El microblading es la última tecnología a tu alcance para el diseño y pigmentación de las cejas. Se trata de una técnica que simula el vello capilar de las cejas y cuando está bien hecha ni tu misma recordarás que antes no tenías esas cejas perfectas.
En este procedimiento se utilizan micro hojillas para depositar en la piel los pigmentos que emulan los vellos naturales de las cejas. Dependiendo de tu tipo de piel y de cuan grasosa sea, el tratamiento puede durar entre 10-12 meses. Al cabo de ese período, se recomienda retocarlo. Si tu piel es excepcionalmente grasosa, puede que necesites retocarte cada 6 meses.
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Si eres de las que naturalmente tiene poco vello en las cejas, entonces lo recomendable es complementar el microblading con el sombreado, que es lo que se conoce como micro sombra. Con el micro sombreado, las cejas adquieren volumen y se ven naturalmente espesas.
Si este tratamiento es doloroso o no, depende de tu propio umbral del dolor. Si prefieres no sentir nada, puedes pedir que te pongan un anestésico tópico. Se recomienda evitar el microblading en períodos de mayor sensibilidad, como cuando tienes la menstruación.
No es recomendable someterse a este procedimiento si durante el mes inmediatamente anterior te has aplicado Botox, hecho tratamientos laser, peelings químicos o has estado expuesta al sol por mucho tiempo. En cualquiera de estos casos, es preferible esperar que pasen 30 días. Una vez aplicado el microblading y el micro-sombreado, en 28 días debes ir a “control” con tu esteticista quien te dirá si hace falta algún retoque o si estás lista para decirle adiós al lápiz de ceja.
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